Determinación estructural y geométrica de un acuífero superficial

En ocasiones, los acuíferos son muy superficiales y están asociados a materiales permeables como las arenas y gravas

Determinación estructural y geométrica de un acuífero superficial

Para determinar si hay agua o no y el mejor lugar para realizar un pozo, hay técnicas que nos permiten caracterizar litológicamente y estructuralmente este tipo de acuíferos. El pozo se situará en la zona de mayor espesor y mayor concentración de arenas y gravas de la zona de estudio.

A continuación mostramos un ejemplo realizado con la técnica de Tomografía Eléctrica donde puede verse la evolución del acuífero: el trabajo consistió en la realización de una serie de perfiles de Tomografía Eléctrica 2D en un entorno urbano en las zonas de “sombra” en las que no existen datos acerca de la estructura y profundidad de los materiales permeables que constituyen el acuífero regional.

Los perfiles se realizaron empleando una manguera de 48 electrodos con 3 metros de espaciado y se empleó un dispositivo Wenner. En las zonas en las que no fue posible la implantación de los electrodos en el terreno (aceras, hormigón, etc.) se emplearon placas galvánicas.

buscar-agua-subterranea-1

El estudio determinó que la tomografía eléctrica es una herramienta muy eficaz para la realización de este tipo de estudios, permitiendo definir con gran precisión la morfología y potencia de los materiales acuíferos y determinando zonas de conexión y desconexión hidráulica con el río existente en la zona de estudio.

buscar-agua-subterranea-2

Aunque cada vez es más raro poder abastecerse de un acuífero superficial por la sobreexplotación que han sufrido en los últimos años (existen muchos pozos superficiales abandonados por falta de agua, cuando 20 años atrás se obtenía de ellos un caudal muy importante), todavía hay lugares de la geografía española donde uno puede abastecerse con un pozo de pocos metros.

Tener un acuífero superficial es un tesoro y con una pequeña inversión uno puede tener su propia agua, sin necesidad de irse a lo habitual de hoy en día que son sondeos de más de 100 metros de profundidad.