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Hoy hablaremos de buscar agua subterránea en La Rioja, una comunidad que todo el mundo asociamos con el buen vino. Pero, en lo relativo a la geografía, La Rioja es atravesada por el río Ebro y está dividida por otros 7 ríos que descienden desde las alturas hacia el Ebro, los cuales sectorizan la región.
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Buscar agua subterránea en La Rioja
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Debido a lo que contamos en la introducción de este artículo, es por ello que a La Rioja la llaman: «La de los siete valles». Esta morfología de La Rioja hace que el uso de las aguas subterráneas, por lo general, es poco utilizado ya que muchas de las zonas de producción agrícola se encuentran cerca de los ríos.
En cuanto al uso de las aguas subterráneas, lo que más abunda son pequeños pozos realizados con máquinas retroexcavadoras y sujetados con anillos en los márgenes de los ríos. Nuestra actividad en La Rioja es muy esporádica porque la gente no se complica mucho la vida: si tienen agua, regadío; si no tienen agua, pues secano. Pero tiene un verdadero potencial subterráneo muy poco explotado.
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La posible mejora, negocio, avance, rentabilidad… que vemos que las agua subterráneas podrían tener en La Rioja sería la transformación de parcelas de secano en regadío, con el consecuente aumento de valor de la finca en cuestión.
Evidentemente, antes de meterse en la vorágine administrativa de permisos que conlleva, quebraderos de cabeza y dinero para hacer un pozo —sin hablar de los costes de la perforación propiamente dicha—, lo lógico sería realizar un estudio serio con una empresa de reconocido prestigio que visualice o no la posibilidad de la obtención de aguas subterráneas mediante un sondeo. De esta forma, conocer las posibilidades del subsuelo de su finca y ver si el cambio a finca de regadío es viable.
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