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En Buscar Agua Subterránea utilizamos técnicas de prospección geofísica para localizar aguas subterráneas, pero estas técnicas tienen otras muchas aplicaciones
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Buscar agua subterránea también puede encontrar restos arqueológicos
Algunas de las aplicaciones de técnicas de prospección geofísica que normalmente usamos para buscar agua subterránea son la minería, localización de servicios, geotécnica, etc. Hoy hablaremos de su uso en arqueología y de cómo estas técnicas pueden ayudar a localizar tumbas, cimentaciones, muros y objetos enterrados.
La principal ventaja de utilizar técnicas geofísicas es que permiten ahorrar mucho en excavaciones, ya que se excava directamente en las zonas donde estas técnicas han mostrado que puede existir un interés arqueológico. Si has observado alguna vez cómo se realizan estas excavaciones, son de forma lenta y, por lo tanto, muy costosa. Sin embargo, las técnicas de prospección son rápidas y económicas y permiten valorar la importancia o no del yacimiento y diseñar las excavaciones.
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Experiencia de Buscar Agua Subterránea en proyectos arqueológicos
Buscar Agua Subterránea, a través de Técnicas Geofísicas S.L, ha realizado multitud de investigaciones arqueológicas por todo el territorio nacional, en lugares incluso tan importantes como la Mezquita de Córdoba. Nos hemos encontrado de todo, desde grandes hallazgos a campañas donde no se ha descubierto nada.
Existen muchas técnicas geofísicas aplicadas a la investigación arqueológica pero, bajo nuestra experiencia, las que realmente dan buenos resultados son el Georádar, la Magnetometría y la Tomografía Eléctrica.
Investigando un poco en internet, sobre todo en fuentes de información en inglés, se pueden ver multitud de trabajos realmente interesantes. Uno especialmente llamativo es el de Stonehenge donde se puede ver como se han descubierto mediante estas técnicas otra multitud de monolitos bajo el suelo.
El problema para aplicarlas es que se requiere de financiación y generalmente no es fácil de conseguir, a menos que organismos, ayuntamientos, asociaciones, etc. se impliquen; como ejemplo es el caso de Gotarrendura (parte 2).
Hay que tener en cuenta que cuando se descubre un yacimiento minero, la recuperación de la inversión en investigación se recupera rápidamente. Sin embargo, en arqueología tiene que ser a través de subvenciones que permitan realizar estos estudios.
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