El agua dulce es un recurso cada vez más preciado en todo el mundo. A medida que los líderes mundiales trabajan para garantizar que los humanos tengamos agua de buena calidad para beber y para promover la agricultura y la ganadería, crece la importancia de entender el funcionamiento del agua subterránea.
La importancia del agua subterránea
El agua subterránea es el agua que penetra en el suelo por la lluvia y se desplaza hacia abajo rellenando grietas en rocas y otros espacios como por ejemplo el espacio que queda entre granos de arena. Por lo tanto, es un recurso renovable, aunque las tasas de renovación varían mucho según las condiciones ambientales.
También es un recurso natural abundante. De toda el agua dulce en el mundo —excluyendo los casquetes polares—, el 95% es agua subterránea. El agua superficial —lagos y ríos— solo representa el 3% de nuestra agua dulce.
El agua subterránea es filtrada naturalmente por la tierra que se va encontrando a lo largo de su camino. Sin embargo, puede estar contaminada por elementos que vamos dejando en la superficie terrestre (abonos, orines, vertederos, etc.). Es por esto que se debe tener cuidado a nivel doméstico, local, nacional y global para proteger el agua subterránea de cualquier contaminante.
El agua es uno de nuestros recursos más preciados.
¿Cómo se forma?
El agua de lluvia sigue tres caminos principales.
- Parte del agua se evapora desde superficie de la tierra al aire o es expulsada por la vegetación y regresa a la atmósfera de la tierra. Otras aguas fluyen hacia arroyos, lagos u océanos.
- El agua también puede infiltrarse en el subsuelo. Allí, puede seguir varias rutas y viajar de nuevo a la superficie como manantiales o moverse hasta un río o recargar aguas subterráneas más profundas de la tierra.
- Puede pasar a grandes áreas subterráneas de almacenamiento natural conocidas como acuíferos.
A medida que se mueve a través del subsuelo, ésta disuelve algunos de los minerales con los que entra en contacto. Esos minerales disueltos le dan al agua subterránea su carácter químico o calidad. En muchas culturas, los consumidores expertos en agua, aprecian ese carácter específico en el sabor, como si fueran catadores de vino.
A lo mejor esto es algo que no lo sabías, pero muchas aguas embotelladas provienen de reservas de agua subterránea.