Es indudable la actividad principal de Buscar Agua Subterránea, ¡pero con nuestros equipos podemos hacer mucho más que eso!
Equipamiento para buscar aguas subterráneas
Todo el equipo de que disponemos está pensado para buscar aguas profundas pero, si pensamos en las funcionalidades básicas de la mayoría de ellos, solo son radares de distintos tipos.
Dicho lo anterior, con el paso del tiempo numerosos clientes actuales nos llamaban para preguntarnos si nosotros podríamos hacer tal o cual prospección en construcciones o restos, sobre todo, de incalculabñe valor histórico. En estos entornos de los que hablamos, picar piedra y volver a tapar el aguero no es una opción.
Le dimos una vuelta, hicimos unas pruebas et voilà, ¿por qué no dedicarnos también a la prospección de restos arqueológicos o estudio de espacios arquitectónicos? Hoy es una rama importante de nuestra actividad, tanto empresarial en Buscar Agua Subterránea como docente.
Estudio del grado de conservación de la muralla de Zamora
A finales del 2015 realizamos unas prácticas con los alumnos del Máster de Técnicas de Diagnóstico e Intervención en Patrimonio del Campus Viriato de la Univeesidad Politécnica de Zamora para analizar el grado de conservación de uno de los tramos de la muralla, el de San Bernabé.
Pasamos toda la jornada buscando posibles restos arqueológicos con del uso del georadar o de técnicas como la tomografía eléctrica. José Luis Campano, director del máster y profesor, resumió el día diciendo «hemos logrado localizar una serie de conducciones internas en este terreno, pertenecientes a construcciones antiguas que hubo en la zona, canalizaciones de agua sanitaria principalmente, y que van a parar a la toma general de la calle San Bernabé».
El Director Técnico de Buscar Agua Subterránea y Doctor y profesor de la Universidad de Salamanca en Ávila, Pedro Carrasco, también participó en las jornadas como encargado de guiar a los estudiantes en el uso de los equipos de laser 3D, tomografía eléctrica, sísmica de refracción y georadar que se utilizaron para medir el terreno junto a la muralla.
«La tomografía, mediante la corriente que se mete en el terreno, da su resistibilidad; la sísmica de refracción es para obtener las velocidades de los materiales; y el georadar lanza una onda electromagnética al terreno, donde, cuando encuentra una discontinuidad rebota, con lo que se obtiene una medida», resumió Pedro Carrasco.
Buscamos más que agua
Prácticas como las que os acabamos de contar pueden daros una ligera idea de la cantidad de usos distintos que podemos darle a nuestro amplio equipamiento. ¿Hay algo que te ronde por la cabeza y no sabías cómo abordar el proyecto? ¡Llámanos sin compromiso! Muy probablemente podamos llevarlo a cabo juntos.