Durante siglos, la humanidad ha necesitado buscar agua subterránea para sobrevivir. Lo sorprendente es que, en pleno siglo XXI, todavía se recurra a métodos propios de la Edad Media, como el uso de varillas o péndulos por parte de los llamados zahoríes. Estas prácticas, que se presentan como misteriosas y eficaces, carecen de todo fundamento científico.
Buscar agua subterránea, ciencia frente a superstición
Agua subterránea – Buscar Agua Subterránea
La hidrogeología, disciplina que estudia la presencia y el movimiento del agua en el subsuelo, se apoya en física, matemáticas y geología para comprender un sistema que resulta mucho más complejo de lo que aparenta. Conceptos como permeabilidad, gradiente hidráulico o porosidad no son accesibles sin cierta formación técnica, lo que explica que la visión simplista de los zahoríes resulte tan atractiva para el público general.

Las causas de la persistencia de esta creencia a la hora de buscar agua subterránea son varias. En primer lugar, su planteamiento es sencillo: imaginar que el agua circula bajo tierra en forma de venas o canales, igual que en la superficie. Esta imagen resulta convincente, aunque sea falsa. Además, la probabilidad juega a favor de quienes practican estas técnicas: dado que el agua suele estar presente a distintas profundidades, es relativamente fácil que un pozo encuentre caudal, aunque la predicción fuera arbitraria. A ello se suma el efecto ideomotor, un fenómeno estudiado desde el siglo XIX, que explica cómo los movimientos inconscientes del propio zahorí son los que hacen girar las varillas, del mismo modo que ocurre con la tabla ouija.
El problema de fondo es la falta de verificación rigurosa. Rara vez se comprueba la profundidad exacta a la que se encuentra el agua o el caudal real, ni se tienen en cuenta desviaciones de los sondeos. Así, se perpetúa la ilusión de acierto.

Frente a esto, los geólogos e ingenieros trabajan con datos: mapas geológicos, ensayos de laboratorio, modelos matemáticos y sondeos de investigación. Estos estudios tienen un coste y no siempre garantizan resultados inmediatos, pero representan la única vía fiable. Confiar en un zahorí para encontrar agua subterránea es, en esencia, lo mismo que dejarse guiar por un adivino o por el vuelo de un pájaro.
El reto, por tanto, es divulgar con paciencia. Hay que explicar que el agua no se localiza con magia, sino con ciencia, es una obligación moral para quienes defendemos el conocimiento frente a la superstición.Agua subterránea – Buscar agua subterránea



